El linfedema es un hinchazón de los brazos o piernas consecuencia de una alteración de los vasos linfáticos que forman parte del sistema inmunitario.
Lo más frecuente es que sean secundarios a cirugías oncológicas en las cuales es preciso extirpar los ganglios linfáticos, radioterapia o infecciones en los que existe una inflamación de los ganglios linfáticos, pero en otras ocasiones son primarios o congénitos.
Provoca un edema (hinchazón) de brazos o piernas, pudiendo provocar dolor, pesadez, infecciones recurrentes de la piel e incluso engrosamiento y fibrosis de la piel (elefantiasis).
Aunque la mayoría de las ocasiones se diagnostica por los síntomas y signos que produce y los antecedentes del paciente (radioterapia, cirugía previa, infecciones…), en ocasiones no es tan evidente lo que requiere de otras pruebas diagnósticas como la RMN, el TAC, eco-doppler y/o Gammagrafía linfática (linfogammagrafía).
Para prevenir y tratar las complicaciones. El edema crónico puede provocar fibrosis de la piel con la consecuente aparición de infecciones y úlceras. El dolor y la pesadez merman nuestra calidad de vida. Las infecciones en el linfedema son frecuentes y hay que tratarlas antes que se compliquen.
El linfedema no tiene cura, pero debe tratarse el edema y el dolor que provoca para evitar sus complicaciones.
Ejercicios y medidas posturales adecuadas, prendas de compresión y sistemas
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